El tercer día en esta espectacular ciudad lo aproveché para visitar el downtown. Después de un desayuno comprado en el carrito ubicado en Times Square cogí el metro en dirección al departamento financiero neoyorkino. Tenía la intención de visitar la isla dónde se encuentra la estatua de la libertad y seguidamente Ellis Island para ver el museo de la inmigración pero un temporal unos meses atrás había destrozado gran parte de las dos islas y las estaban rehabilitando así que me quedé con las ganas aunque me subí a un barco que pasó muy cerca de la estatua e hizo un crucerito por el río (incluído en la NewYork Pass). Eso sí, pasé mucho frío!! Qué cambio de temperaturas de un día a otro!!
Después de una hora de crucero, me dirigí hacia Wall Street y me topé con este simpático toro que según cuenta la leyenda, si le tocas los "cojoncillos" te irá bien con el dinero así que no lo dudé ni un segundo y allí que me fuí directa a por los bajos del toro jejeje
Pasé por la zona financiera, cruzando Wall Street, viendo la fachada de la bolsa de Nueva York y a muchísima gente trajeada de un lado para otro con los móviles zumbando. De allí me dirigí a la zona cero. Todavía estaba en obras y no se podía acceder a las piscinas que estaban construyendo en honor a los fallecidos en ese horrible atentado del 11S pero algo se podía atisbar entre las vallas y la verdad es que impresionaba. Cuánto dolor se sentía en el ambiente...
En la NewYork Pass entra el acceso al 9/11 Memorial Museum pero había tanta cola que no me apeteció esperar tanto así que seguí con mi ruta.
Muy cerquita de la zona cero se encuentra la capilla de San Pablo, el edificio religioso más antiguo de Manhattan. Lo que más me impactó de esta capilla es el cementerio, muy al estilo victoriano, que había en su lateral. Tienen razón cuando dicen que en Nueva York te puedes encontrar de todo!!
Fuí subiendo Broadway hasta llegar a la altura de Chinatown. Es una zona muy pequeñita de la ciudad aunque cuando entras parece que estás en otro país. Gente china paseando por las calles, tiendas con letreros única y exclusivamente en chino y con productos que jamás había visto por España. Algunos daban auténtico terror... jajaja
Justo al lado de estas cuatro calles llamadas Chinatown, está Little Italy. Esto si que ya me sonaba más!! Restaurantes italianos inundan estas dos calles adornadas con banderines y bocas de incendio pintadas de verde, rojo y blanco. No se puede negar lo orgullosos que están sus habitantes de su patria!
Me paré a comer en uno de los muchos restaurantes italianos que hay en la zona y puse rumbo al Puente de Brooklyn. (Ojo con la comida en los restaurantes que no son fast food que es carísima!). Tuve la mala suerte de que estuviese todo el puente en obras y le quitó un poco de encanto, aunque eso sí, no me quedé sin las ganas de cruzarlo!
Me paré a comer en uno de los muchos restaurantes italianos que hay en la zona y puse rumbo al Puente de Brooklyn. (Ojo con la comida en los restaurantes que no son fast food que es carísima!). Tuve la mala suerte de que estuviese todo el puente en obras y le quitó un poco de encanto, aunque eso sí, no me quedé sin las ganas de cruzarlo!
Después de un buen rato de caminata llegué al barrio de Brooklyn y pude observar en todo su esplendor el skyline neoyorquino. Me quedé una hora sentada en uno de los bancos que da al río observando detenidamente cada rascacielos y soñando despierta (bueno, tengo que confesar que también lo hice para descansar los pies porque después de tres días de caminata intensa los pobres estaban muertos!).
Cuando recuperé algo de fuerzas, cogí el metro (después de perderme varias veces por la zona, que complicado era encontrarlo!!) y me fui al hotel a descansar.
Besos de Cris.
Besos de Cris.
Una pasada, me encantaría ir =)
ResponderEliminarBesotes
Si viajas en temporada baja no es tan caro así que ya sabes ;-) Seguro que te gusta, esta ciudad no decepciona!
EliminarBesotes!!
Siempre intento viajar e temporada baja... de hecho aprovecho las vacaciones de febrero para hacerlo, así que algún día caerá =)
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