domingo, 3 de abril de 2016

FLORENCIA: un viaje entre amigas (Primer día)


Si mezclamos a cuatro amigas locas (autollamadas "amigas chupito") con la bella ciudad de Florencia, qué mix saldría? Pues un fin de semana lleno de risas y buen rollo!! Y así fue como pasamos el último fin de semana de febrero, haciendo una escapada a la capital del renacimiento. Ni la lluvia, el frío o el catarro que estaba incubando una de nosotras pudieron enturbiar un fin de semana que seguro repetiremos en otra ciudad de Europa!


Para poder llegar desde Barcelona hasta Florencia, cogimos un avión hasta Bolonia y alquilamos un coche. En apenas hora y media desde que aterrizamos en el aeropuerto de Bolonia, estábamos en el centro de la ciudad, aparcando en un parking de la zona y dispuestas a aprovechar el fin de semana al máximo. Habíamos llegado el viernes por la noche, así que apenas pudimos ver nada de la ciudad, únicamente la gran cúpula del Duomo iluminada que impresiona la primera vez que la ves de lo bonita que es!


En la plaza del Duomo se encuentra la oficina de turismo, donde puedes comprar un billete para visitar los cinco monumentos más importantes de la ciudad: el Campanille, la cúpula del Duomo, el Baptisterio, el Museo dell'Opera y Santa Reparata (la primera catedral de Florencia que se encuentra debajo de la actual). Cuesta 15€ y tienes 24 horas para hacerle uso desde el momento en que visitas el primer monumento. Todos están en la plaza de la catedral, así que no hay que moverse mucho pero hay tanta gente que quiere visitar Florencia que las colas suelen ser largas, y los horarios de las visitas cortos, por lo que hay que gestionar muy bien el tiempo para poder verlo todo!


Nuestra primera visita fue al Campanille. No había cola ya que era pronto y el día había amanecido con lluvia, así que supongo que el resto de los turistas habían decidido salir más tarde esperando a que amainara. Su construcción fue empezada por Giotto en 1334 y finalizada en 1359 por Francesco Talenti. Toda su fachada está ilustrada con varios motivos como la creación de Adán y Eva, los siete planetas, actividades científicas y técnicas como la medicina o temas astrológicos.


Desde la cima, después de subir más de 400 escalones, se puede obtener una vista en 360 grados de la bella ciudad de Florencia, viendo la cúpula en primer plano, la plaza del Duomo con el baptisterio o diversas fachadas de otras iglesias como la de Santa Croce. Para los que les asusten esos más de 400 escalones, tengo que decir que el Campanille cuenta con diversos pisos, desde los cuales también se puede observar el paisaje y hacer un descanso para emprender de nuevo la subida.


Nuestra segunda visita fue el Baptisterio, situado justo enfrente de la Catedral. Es el monumento más antiguo de la plaza y según la tradición era un templo pagano transformado en iglesia cristiana. Su forma octogonal simboliza "el octavo día", el tiempo de Cristo Resucitado, fuera de nuestro tiempo rimado en unidades de siete días. Destacan las puertas de bronce que se instalaron entre el siglo XII y XVI, que ilustran historias bíblicas, siendo la más conocida la Puerta del Paraíso, con escenas del Antiguo Testamento. Todas ellas han sido sustituidas por copias, estando las originales en el Museo dell'Opera que veríamos por la tarde.


La única visita que habíamos programado con antelación, era la de la Galería de la Academia. Habíamos comprado las entradas por internet (16,50€) y teníamos hora de visita a las doce, así que después de visitar el Baptisterio viendo la preciosa cúpula que alberga en su interior, nos dirigimos hacia el museo, famoso por acoger la escultura original del David de Miguel Ángel.


A parte de esta escultura, situada en la tribuna del museo, éste alberga una impresionante colección de pintura compuesta aproximadamente por trescientas tablas que abarcan un período de tres siglos (XIV, XV y XVI), una singular recopilación de 85 iconos adquiridos por los grandes duques de Lorena y una grandiosa colección de esculturas en yeso con los modelos originales de las obras más relevantes de Lorenzo Bartolini y Luigi Pampaloni.


Además, hay que añadir que desde mayo de 2001 está abierta al público una sección de instrumentos musicales en virtud de un acuerdo con el cercano Conservatorio Estatal de Música "Luigi Cherubini", titular de la valiosísima colección de instrumentos que pertenecieron a los grandes duques de la Toscana (los Medici y los Lorena).
Cuando salimos del museo ya era hora de comer, así que nos fuimos a un restaurante cerca del apartamento que habíamos alquilado, para probar la pasta y el rissotto, tan típicos de la gastronomía italiana.


La siguiente visita, pensada para rebajar la comida, fue la cúpula del Duomo. Tras esperar en la cola más de una hora, con lluvia incluida, pero sin perder el buen humor, por fin pudimos subir y ver de cerca los frescos realizados entre 1572 y 1579 por Giorgio Vasari y Federico Zuccari. Los 3600 metros cuadrados de superficie ilustran la fe tradicional en un Paraíso y un Infierno merecidos por el hombre en base a las virtudes o los vicios cultivados en esta vida, y a través de un juicio definitivo una vez terminado el "tiempo útil" de la historia.


El ascenso a la cima de la cúpula es mas complicado que el del Campanille. Los últimos tramos son estrechos y bastante empinados y como es más alta, tiene más escalones, así que acabamos un poco cansadas de tanta subida, pero vale la pena! Ojo para los que tienen miedo a las alturas! La Cúpula está menos protegida que el Campanile por lo que hay que tener cuidado al acercarse al borde.
Una vez bajamos de la cima y como premio a los más de 800 escalones que habíamos subido ese día, nos compramos esos helados italianos tan ricos!


Ya eran las 5 de la tarde y Santa Reparata ya estaba cerrada, así que la última visita que nos quedaba ese día era el Museo dell'Opera, llamado así debido a que está instalado en los ambientes que pertenecían a la Opera desde la Edad Media. Además de los originales de muchas piezas que componían la decoración del complejo monumental, el museo conserva maquetas de madera de la cúpula, de la linterna y de las fachadas de la Catedral que se proyectaron en el curso de los siglos, preciosos objetos litúrgicos, el altar de plata de san Juan y la segunda Piedad de las tres ejecutadas por Miguel Angel.


Cuando salimos del museo ya había anochecido, así que decidimos callejear por la zona antigua de la ciudad. Habíamos visto en muchas tiendas de souvenirs la figura de un jabalí y no sabíamos lo que significaba. Pasando por la plaza del mercado nuovo en dirección al Ponte Vecchio, sin tenerlo previsto, vimos la escultura de un jabalí y gente echando monedas. Buscando en internet, descubrimos que la tradición dice que si se toca el hocico al jabalí, la persona regresa a la ciudad y además, se puede pedir un deseo dejando caer una moneda desde la boca del jabalí y éste se cumplirá si la moneda entra en la rejilla que se encuentra justo debajo. No dudamos y las cuatro seguimos los pasos que marca la tradición para volver a Florencia y cumplir uno de nuestros deseos!


Teníamos ganas de ver uno de los iconos más representativos de Florencia, el Ponte Vecchio, así que hacía allí nos dirigimos para finalizar la jornada tan productiva que habíamos pasado. Este puente es el puente de piedra más antiguo de Europa y en los siglos XV y XVI sus casas colgantes estuvieron ocupadas por carniceros y matarifes pero, cuando la corte se mudó al Palacio Pitti, Fernando I ordenó cerrar las tiendas por el mal olor. Desde entonces esas tiendas han sido ocupadas por joyeros y orfebres. Un detalle curioso es la construcción del Corredor Vasariano, un corredor que une el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti y que fue utilizado por los grandes duques de la época.


Una cena en el apartamento tras comprar unos "sandwiches" de un restaurante muy famoso de la ciudad, All'Antico Vinaio, una botella de vino toscano que nos había regalado la propietaria del apartamento, y una fiesta de pijamas que organizamos las cuatro como si fuésemos unas jovenzuelas, pusieron punto final a un día lleno de visitas, risas y buena comida.

Besos de Lydia, Mire, Miha y Cris.