domingo, 12 de julio de 2015

PROVENZA, primer día: Desde Orange hasta Manosque.

Salimos el viernes a las tres de la tarde hacia la Provenza. Teníamos muchas ganas de ir ya que las fotos que habíamos visto por internet eran preciosas y no nos defraudó para nada. Al contrario, tenemos unas ganas locas de volver a esa región.
Para dormir esa noche elegimos el pueblecito de Bollène, muy cerca de Orange, primera parada en nuestra ruta. El hotel era una casa familiar con apenas 6 habitaciones, muy acogedor y con un desayuno casero muy rico. Los dueños hablaban solo francés pero eran tan amables que se hicieron entender a la perfección!

Salimos bien temprano el sábado y llegamos a Orange en apenas 20 minutos. Elegimos ver esta ciudad ya que su Teatro Romano y Arco del Triunfo estan considerados "Patrimonio de la Humanidad". Nada más entrar vimos en el centro de una rotonda el precioso Arco del Triunfo. No conmemora una victoria concreta pero si las victorias contra galos y germanos y la paz alcanzada bajo el glorioso gobierno de Augusto. La UNESCO lo define como "uno de los más bellos ejemplos subsistentes de los monumentos romanos provinciales de este tipo erigidos en la época de Augusto".

En el centro de Orange, se levanta el Teatro Romano, un gran edificio muy bien conservado dónde todavía hoy se siguen haciendo representaciones teatrales u óperas. Fue construido bajo el reinado de César Augusto en el siglo I y aún dispone del muro de escena con su elevación original: 103 metros de largo por 37 de alto. Para visitas aquí os dejo la web con toda la información.

Una vez salimos del Teatro dimos una pequeña vuelta por los alrededores y ya empezamos a ver ese ambiente de lavanda tan característico de la Provenza. Tiendecitas super bonitas que ofrecian todo tipo de productos con la lavanda como el ingrediente principal serían las protagonistas en nuestra ruta. Era imposible no entrar a mirar y oler!

Nuestra siguiente parada fue el pueblecito de Carpentras. Sus calles estaban decoradas con cuadros y flores y se notaba ambiente festivo (por lo poco que habíamos visto, en julio y agosto estos pueblecitos provenzanos se llenan de conciertos y actividades para todo el público). Hay varios monumentos para visitar, como la Puerta de Orange, la Sinagoga o la Catedral de Saint-Siffrein, entre otros. Aprovechamos para comer allí algo ligero y seguimos con nuestra ruta.

Nos dirigimos a un pueblecito llamado Sault. Había leído sobre él en la web www.la-provenza.es y tenía muy buena pinta. Antes de llegar recorrimos una carretera rodeada de viñedos, olivos y campos de trigo, un paisaje digno de admirar! Cuando estábamos llegando a Sault se abrió ante nosotros un mirador con unas bonitas vistas dónde se podian ver (¡por fin!) los campos de lavanda. Nos paramos a hacer miles de fotos y luego visitamos el encantador pueblecito. Aprovechamos para hacer unas compras y tomar algo fresquito (el calor era agobiante!).

Muy cerquita de Sault se encuentra Aurel, también un pueblecito con encanto y con muchos campos de lavanda a su alrededor.
Pusimos rumbo a Manosque, el pueblo donde se encontraba nuestro segundo hotel, y disfrutamos sin prisas del paisaje tan bonito que ofrece esta zona francesa. Al día siguiente nos esperaba lo mejor de esta escapada, sin duda!

Besos de Dani y Cris!

2 comentarios:

  1. La verdad es que la zona es una monada =)

    Besotes

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    1. Siii, aunque las fotos no le hacen justicia, es mucho más bonito en directo :-)

      Besotes!!!

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