lunes, 27 de abril de 2015

ROMA, primer día: desde el Vaticano hasta la Piazza Navona


Hay un vuelo por 45€ ida y vuelta a Roma, vamos? Esa es la pregunta que me hizo mi compañera de trabajo y amiga Lara para comenzar a preparar un viaje de fin de semana a Roma. Avisamos al resto de compis y al final nos fuimos cuatro chicas: Ingrid, Lara, Sara y yo.
Aterrizamos en Roma Fiumicino cerca de las 8 el sábado y en las salidas nos esperaba un taxista que habiamos contratado online. Por 45€ te llevaba a la dirección que le indicaras, en nuestro caso el barrio de Trastevere. También disponen de furgonetas para llevar a más de cuatro personas. 


Una vez dejamos las maletas en el apartamento, desayunamos y nos dirigimos hacia nuestro primer destino turístico, la Ciudad del Vaticano. Seguimos el margen del río Tiber y al fondo vimos la imponente cúpula de San Pedro. La basílica está presidida por la plaza que lleva su mismo nombre, rodeada por dos pórticos formados por 284 columnas y proyectada por Gian Lorenzo Bernini. No teníamos intención de entrar en ningún monumento o museo, ya que en un fin de semana no podíamos verlo todo, (y menos el Vaticano, que la cola rodeaba la plaza entera!) así que continuamos nuestra ruta turística. Seguimos bordeando el río en la misma dirección y nos encontramos con el Castel Sant'Angelo, de origen el mausoleo del emperador Adriano y convertido en fortaleza papal en el siglo VI. 


Antes de cruzar el río hacia el centro de Roma, nos encontramos con unos puestecitos de souvenirs, que me recordaron mucho a los que hay bordeando el río Sena, en París. Aprovechamos para hacer un par de compras de regalitos (obligados un llavero para mi madre y una postalita para una compi).


Nos paramos a tomar algo en un pequeña terraza, y menos mal que había toldo, porque empiezó a caer un chaparrón que duró tan sólo 10 minutos, pero con el cual hubiésemos acabado empapaditas. Una vez recargadas las pilas, nos dirigimos hacia la plaza del Popolo. En el centro de la misma se sitúa un obelisco egipcio de 24 metros dedicado a Ramsés II y a sus alrededores se encuentran la Iglesia de Santa María del Popolo, dónde se pueden ver obras de Caravaggio y las iglesias aparentemente gemelas Santa María dei Miracoli y Santa María in Montesano.



Bajamos por la Via del Corso, famosa por las tiendas ubicadas en ella, así que hicimos unas cuantas compras aprovechando que eran rebajas. Giramos por la Via dei Condotti y al final nos encontramos con las famosas escalinatas de la Plaza de España. Su nombre tiene su origen gracias a la ubicación de la embajada española ante la Santa Sede desde el siglo XVII.


Callejeamos por la zona en dirección a la Basílica Papal de Santa María Maggiore. De camino pasamos por la plaza Barberini dónde se encuentra la Fontana del Tritone, realizada en 1643 por Bernini, y nos cruzamos con las Cuatro Fuentes, encargo del papa Sixto V pero que no pudimos ver porque estaban tapadas por obras de mantenimiento.


Era la hora de comer, así que nos paramos en un restaurante a escasos metros de Santa María la Maggiore a comernos un plato de pasta. Una vez llenos nuestros estómagos, visitamos la basílica católica más grande de las iglesias dedicadas a la Virgen María en Roma. Fue edificada sobre un templo pagano que rendía culto a la diosa Cibeles y construida a mediados del siglo IV por órdenes del Papa Liberio.



Según la leyenda, la Virgen apareció ante el Papa indicándole las instrucciones para la construcción de la iglesia, y la forma de la planta fue diseñada por una milagrosa nevada. En las fotos no se aprecia bien porque las hice con el móvil pero tengo que decir que es realmente preciosa.
Retrocedemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos otra vez hacía el centro de la ciudad pero como nos había faltado el postre en la comida, nos paramos a comprarnos uno de los famosos helados italianos. Que ricos estaban!! Lara, todo eso te vas a comer??


Callejeando por el centro entre estrechos pasajes y callejuelas llegamos a la famosísima Fontana di Trevi. Impresiona ver una fuente tan grande entre esas callecitas tan pequeñas. La mala suerte que tuvimos es que estaba en obras, por lo que no había agua donde tirar una moneda y las estatuas estaban totalmente tapadas por un andamio. Lo único que pudimos ver fue la dedicatoria que Roma le hizo a Anita Ekberg tras su fallecimiento.


A unos pocos metros de la Fontana di Trevi se encuentra el Templo de Adriano. Fue construido en el año 145 d.C. en honor del emperador Adriano por su sucesor Antonino Pío y ahora está incorporado a un edificio de la Piazza di Pietra. Hoy en día solo se conservan once columnas corintias de 15 metros de altura.


De allí nos dirigimos al Panteón de Agripa, el edificio mejor conservado de la antigua Roma. Su construcción se llevó a cabo en tiempos de Adriano, en el año 126 d. C. A principios del siglo VII el edificio fue donado al Papa Bonifacio IV y éste lo transformó en una iglesia, esa es la razón de su perfecto estado de conservación. La entrada es gratuita pero a la hora que llegamos estaban haciendo misa y no dejaban entrar, así que nos quedamos con las ganas. Bueno, más bien fui yo, ya que era la única que no había estado en Roma antes, las demás ya lo habían visto. Otra vez será! :-)


Las piernas estaban empezando a dolernos de tanto caminar así que pusimos rumbo a la Piazza Navona para poder sentarnos en alguna de sus terrazas y descansar mientras tomábamos algo. Antiguamente estaba ubicado en este lugar el estadio de Domiciano en el que los ciudadanos romanos disfrutaban de los juegos atléticos griegos, de ahí la razón de su actual forma. De estilo barroco, es una de las plazas más bonitas y populares de Roma y por eso los precios de cualquier consumición son abusivos!


Nos fuimos sin tomar nada y volvimos al apartamento a descansar antes de salir a cenar por el barrio del Trastevere y de ahí a dormir, ya que nos habíamos levantado muy temprano para coger el avión y no habíamos parado en todo el día. Un día muy completo y del cual no me esperaba haber tenido tiempo para haber visto tantas cosas!
Antes de despedirme, os enseño la foto del edificio que teníamos al lado de nuestro apartamento, digno de una película de terror!


Besos de Ingrid, Lara, Sara y Cris.

domingo, 19 de abril de 2015

RIVIERA MAYA: Valladolid, Chichén Itzá y Cenote Ik-kil


Nuestra última excursión en Riviera Maya la destinamos a visitar la ciudad de Valladolid, las ruinas mayas de Chichén Itzá y el cenote Ik-kil. A las 8 de la mañana teníamos a Miguel (nuestro taxista) esperándonos en la puerta del hotel. Lo primero que nos dijo es que estuvo todo el día anterior intentando localizarnos para decirnos que ese día era 21 de marzo y eso significaba... ¡¡Equinocio de primavera!! Qué casualidad!! Ibamos a poder ver en directo la famosa serpiente emplumada que baja por las escaleras de la pirámide maya más famosa! Empezamos bien el día!


Nos subimos en el coche y empezamos nuestra ruta. Después de un pinchazo, el cambio de rueda correspondiente y de tres horas de ruta, llegamos a la ciudad colonial de origen español de Valladolid. Nuestra primera visita fue al mercado de artesania que se encuentra en la plaza de Francisco Cantón, la plaza más conocida y concurrida de la ciudad. El recinto estaba lleno de tiendecitas con muchos vestidos típicos mexicanos. Aprovechamos para hacer un par de compras y cruzamos el parque para poder ver desde cerca la iglesia más famosa de la ciudad, la iglesia de San Gervasio.


A modo de anécdota, os cuento que esta iglesia sustituye a la que se erigió en 1545 por el padre Francisco Hernández, cuya fachada miraba hacia el poniente como muchos de los templos yucatecos de la época colonial. En 1705 la iglesia original fue demolida parcialmente por orden del obispo Don Pedro de los Reyes Ríos por su profanación por el llamado "Crimen de los Alcaldes".


Paseamos por las calles cercanas a la plaza y vimos a muchas mujeres por la calle vendiendo todo tipo de frutas con muy buena pinta. De buena gana nos hubiéramos comido alguna! A las 11.30h nos dirigimos al cruce de la calle 41 con la 44. Según nos dijo Miguel, a esa hora se ponían unos chicos con un carrito a vender cochinilla, hecha bajo tierra, rodeada con hojas de plátano y con una salsa secreta de la que no nos quisieron desvelar sus ingredientes.


La servían de dos maneras: en tacos o en tortas y la verdad es que estaba buenísima y eran súper baratas. Por la comida de los cinco (invitamos a Miguel) nos cobraron ¡¡ 7 euros !! Cuando acabamos, Miguel nos llevó por lo que denominó la zona VIP de Valladolid. Una calle con unas casas que a más de uno le gustaría ser el dueño!


También vimos una casita que imitaba a las antiguas casas mayas. Al final de la calle llegamos a un gran parque donde estaba situado el Convento de San Bernardino, fundado por los Franciscanos recién llegados a Yucatán. Este convento fue la primera sede de los Franciscanos en Valladolid, en su interior aún resguarda algunos vestigios que sirvieron durante el proceso de evangelización de los mayas. Aquí comenzó el proceso de conversión al catolicismo.


El tiempo apremia y no podemos visitarlo por dentro, así que nos damos la vuelta y Miguel nos lleva a Chichén Itzá, zona arqueológica inscrita en la lista "Patrimonio de la Humanidad" por la Unesco y cuyo castillo está considerado como una de las "Nuevas siete maravillas del mundo".


En comparación con el resto de zonas arqueológicas, en esta hay muchísima gente y la cola que hay para coger las entradas asusta, pero en realidad tardamos muy poco en comprarlas (menos mal, porque no hay casi nada de sombra y el sol es mortal!). Eso sí, el precio también es considerablemente más alto, son 216 pesos por persona. Nada más entrar, vemos muchísimos puestos de souvenirs muy coloridos, igual que en las afueras del recinto. Siguiendo el caminito recto llegamos a la explanada dónde se encuentra el castillo, el edificio más imponente de la zona.


Después de verlo en tantas y tantas fotos por internet, en revistas o en la tele, nos impactó mucho verlo en persona y la verdad es que es realmente bonito. Está muy bien conservado y es una pena que no se pueda subir, ya que nos hubiera gustado ver las preciosas vistas que seguro que hay desde la cima.


Ya empezamos a ver a mucha gente sentada por los alrededores esperando ver la serpiente que se forma por la posición del sol. Nos comentan que no hay un horario fijo, sino que se puede formar de 12 a 16h. Nosotros seguimos visitando la zona y vemos "El templo de los Guerreros", edificio influenciado por la arquitectura de los tolteca y construido sobre una antigua edificación anterior dedicada al "Dios Reclinado" Chac Mool.


Está rodeado por hileras con muchas columnas iguales, tanto por el lado norte como el lado oeste, que por lo que tengo entendido, rodeaban una plaza llamada "Plaza de las mil columnas", aunque hay algunas zonas dónde muchas columnas han desaparecido con el paso de los años.



El día se comienza a nublar, y nuestras esperanzas de ver la serpiente van desapareciendo. Nos dirigimos hacía el Gran Juego de Pelota, pero antes de llegar, nos encontramos con lo que parece que era el cementerio. Un muro lleno de relieves de craneos. Ya sabemos la tradición de los mayas de cortarle las cabezas a los adversarios...


Detrás de este muro se encuentra el juego de pelota más grande de mesoamérica. En comparación con el que vimos el primer día en Cobá es por lo menos 4 veces más grande, y las paredes son totalmente horizontales, mientras que en el de Cobá estaban inclinadas. Mide 168 metros de largo y 70 metros de ancho. Nos impactó que el círculo estuviese colocado tan alto, debía de ser difícil acertar con la esfera!


El día se acaba nublando por lo que va a ser difícil ver el espectáculo que ofrece el sol en la pirámide así que como también nos queda por visitar el cenote Ik-kil acabamos por marcharnos. Una pena!! A pesar de las nubes hace mucho calor, así que nos apetece mucho pegarnos un bañito! Este cenote, en comparación del de Casa Cenote es cerrado y su agua es muy oscura. La razón es que... tiene 50 metros de profundidad!! La verdad es que daba bastante impresión meterse sabiendo que tenias tanta agua por debajo de los pies pero merece mucho la pena.


Se acerca la hora de cerrar, así que salimos y nos dirigimos al coche. Quedan 3 horas de vuelta al hotel y aprovechamos para ver las fotos y recordar todo lo que hemos vivido ese día. De camino, Miguel nos lleva a un centro comercial para comprar vainilla de allí, ya que es muy típica. Nos despedimos de Miguel con mucha pena ya que ha sido un guía estupendo!!


Y hasta aquí, nuestras aventuras por México. El resto de días aprovechamos para estar relajados en el hotel, tomando mojitos y comiendo hamburguesas y nachos. Estuvimos siete días que pasaron volando y que lo pasamos genial.  Para cuando el siguiente, chicos???
Sólo me queda decir que.... VIVA MÉXICO!!!


Besos de Silvia, Javi, Dani y Cris.

domingo, 12 de abril de 2015

RIVIERA MAYA: Xel-Há


La segunda excursión que hicimos en tierras caribeñas fue a Xel-Há, un parque acuático natural considerado como una de las maravillas naturales más grandes del mundo. 
Cogimos las entradas en una agencia turística mientras paseábamos por la 5ª Avenida de Playa del Carmen, la calle más turística de la ciudad. Tengo que reconocer que al llamarse Quinta Avenida la primera imagen que me vino a la cabeza fue la famosa avenida de Nueva York, y a pesar de que comparten el nombre, no tienen mucho más en común, aunque la avenida de Playa del Carmen tiene mucho encanto y mucho ambiente!
La entrada al parque más 45 minutos con delfines nos costó 159 dólares americanos (transporte incluido). Nos ahorramos bastante en comparación con el precio que nos ofrecieron en la agencia del hotel así que vuelvo a remarcar que los que quieran ir a Riviera Maya no se conformen con los precios de las agencias hoteleras, sinó que busquen en agencias de la zona o que vayan por libre (como hicimos nosotros y que nos encantó).


Nada más llegar al recinto de la entrada del parque, nos dieron nuestras pulseras (tienen la misma función que las del hotel, puedes ir a cualquiera de los restaurantes o bares a comer lo que quieras y puedes hacer todas las actividades, excepto algunas que hay que pagar aparte). La primera actividad que tuvimos que hacer era la de bañarnos con delfines. Qué bonitos eran! Qué suaves! Qué listos! La verdad es que impresionaba bastante meterse en la misma piscina dónde nadaban delfines, pero es una experiencia súper chula!


Nos metieron en un grupo de diez personas e hicimos actividades individuales y colectivas. Al principio nos pusieron a nadar en el centro de la piscina para que los delfines nadasen a nuestro alrededor y así pudiésemos acariciarlos y notar el tacto suave de su piel.


Los delfines son muy cariñosos, así que no dudaron en darnos un besito a cada uno de nosotros... Balam se lo daba a las chicas, y Malu a los chicos!


Fueron 45 minutos llenos de risas y de Ohhs!! y Ahhs!! cada vez que uno de los delfines hacía cualquier ejercicio. Una vez acabada la actividad nos llevaron al punto de información donde pudimos ver las fotos y los videos que nos hicieron (no está permitido llevar cámaras mientras dura la actividad). Por 84 fotos y un vídeo de 9 minutos nos cobraron la friolera de ¡¡199 $!! Era carísimo pero esto sólo lo hacemos una vez en la vida así que tuvimos que pagar para tener el recuerdo.


A partir de ahí, el resto de actividades fueron por libre. Nos montamos en bici para llegar de un punto a otro ya que el parque es bastante grande, nos subimos en donuts gigantes, nos tiramos en tirolina y sobretodo hicimos mucho esnorquel para ver los pececillos que nadaban a nuestro alrededor.


Fue un día super completo y pasado por agua!

Besos de Silvia, Javi, Dani y Cris.